domingo, 4 de octubre de 2015

Cosas que se piensan cuando estás mirando el techo

¿No es interesante como la vida te lleva de aquí para allá y uno solo la sigue a donde sea?
Cómo decían en una película de Ghibli (cuyo nombre no recuerdo) somos peces en el arroyo de la vida.
Hace unos días mi mamá me llamó por teléfono diciéndome ¡Ya llevas mes y medio en Guadalajara! 
Ya sé que no suena como algo increíblemente impactante, ni si quiera  lo fue para mí. 
Pero me ayudó a salir del trance en el que había estado por un rato.

Oh es verdad, estoy aquí porque estoy estudiando....vivo en un departamento con un gato que no es mío y alguien que he conocido por el mismo tiempo que he estado aquí.


Hace apenas dos meses vivía en una ciudad que tiene un solo centro comercial, ningún Starbucks y que lleva solo 30 minutos recorrerla de extremo a extremo, compartía casa con dos gatos mi familia y dormía con mi hermana.

De repente me doy cuenta de que he caído en una rutina en tan solo unas cuantas semanas. 
Despierto tarde y tengo que correr a la escuela, en la escuela no soy Andrea todos me llaman Alfa (lo que no me molesta en lo absoluto, es diez veces mejor que Andrea) me siento junto a Itzel en todas las clases, compro de almorzar en el Oxxo o en la cafetería y pienso en el dinero que aún tengo y qué debo comprar mientras camino de regreso a casa.

Como siempre, odio los lunes, los martes y los jueves Vero(mi roomie) me lleva en el coche a la escuela, los jueves son también días  de lavar ropa, limpiar mi cuarto y es mi turno de lavar el baño, los miércoles son días de sushi; siempre compramos los tres rollos más baratos. Los viernes tengo que trabajar en proyecto de la escuela y voy al tianguis, Por la tarde me quedo sola con el gato excepto los viernes que Vero no tiene clases. Todos los días sin falta mi mamá me llama por teléfono.

Es una rutina agradable y no me molesta en lo absoluto, pero si me pongo a pensar, es demasiado diferente a la vida que había llevado antes.

Me pongo a pensar si sigo siendo la misma persona, siempre dicen que para saber quién eres realmente debes estar solo contigo, pero desde que me mudé aquí no he estado sola ni un solo día, todo el tiempo tengo a Vero, y una reducida pero apreciada lista de personas en la escuela.

Pasé de ser la clásica persona que se sienta hasta atrás del salón de clases y no toma crédito por nada a sentarme en la segunda banca y tomar la "iniciativa" del proyecto cuatrimestral (O algo así me dijo alguien de mi equipo)

Paso tanto tiempo preocupada por la tarea y las cosas que debo entregar que no he tenido tiempo de detenerme a pensar si he cambiado o no y cómo lo he hecho.


En fin, son solo cosas que uno piensa cuando quiere procrastinar…

Pd: Anexo una foto del gato


No hay comentarios:

Publicar un comentario